martes, septiembre 28

FOTOGRAFÍAS


Recuerdo cuando acompañaba a comprar a mi mamá un Rollo Fotográfico de 35 mm para la única cámara que teníamos y que fue adquirida con mucho sacrificio. - 24 ó 36 preguntaba la vendedora de la Casa Orellana de Concepción -

Eran nuestros cumpleaños yo el 06, mi mamá el 12 y mi hermano el 31, todos en octubre, así que dos rollos de 36 mm

Celebramos y las mejores sonrisas abrazados con l@s amig@s para "la foto", porque sabíamos que cuando se revelaran podrían salir algunas y de esas dos o tres nos gustarían.

Ay! salí con la boca abierta, yo con los ojos cerrados ... bu y yo miré para otro lado, me cortaste la cabeza!!!! jjajajjaj hasta que se elegía la mejorcita y esa podías ampliarla gratis o elegir un álbum para guardar las fotos que mostrábamos cuando llegaban visitas a casa.

Aún tengo esas fotos y debo ser sincera con las nuevas tecnologías me he puesto selectiva. La scaneo, dependiendo cómo se vea la "subo a mi facebook" claro y eso, porque me acostumbré con la cámara digital que adquirí para un concierto de la Oreja de Vanghó ... cómo iba asistir al evento y no tener "evidencias" de que estuve ahí.

Ahora puedo "disparar" 100 fotos y si no están buenas a mis ojos las voy eliminando ... hoy mientras escribo, asumo que soy hija de la cultura desechable ... no me gusta, la elimino, ésta está mejor y si la coloco en sepia, a no! mejor la alargo y me veo más flaca jajjajajja

Ahora somos seres digitales, editados, embellecidos por la tecnología, ya no nos arreglamos para salir con amigas y sacar fotos para recordar esa salida; sino, que arreglamos las fotos para que nuestros amig@s vean lo lindo y exitosos que somos en la vida. Ha pasado el tiempo y ya nada es lo mismo.

La tecnología ha evolucionado, los anhelos han cambiado y nosotr@s mism@s somos otras personas de las que podríamos haber sido sin carretes de 35 mm. Vivimos en el futuro, un futuro perfecto y digital en el que la foto ya no es el amuleto de la aventura vivida, sino el viaje en sí mism@.

domingo, agosto 8

No me arrepiento de nada y de nadie!!!!!


Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido:
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
llenas de virtudes,
hablando de sus hij@s todo el día.

No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.

Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la aburrida y fea ropa interior que deben usar.

Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la «niña buena», la «mujer decente»
la Pilar González irreprochable.

Sacarme siete en conducta
en el trabajo, en los estudios, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.

En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma transgrediendo
maternos mandamientos,
desgarro adolorida a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.

Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
y hago el amor con el hombre que quiero
y
rompo lazos inviolables
y me atrevo a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.

No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena ... que me gusta ser.

viernes, mayo 8

La ternura y el Amante


Esta es la historia de dos cuadros de Guayasamín el de la Ternura y el de los Amantes, en Ecuador la madre de Alexandra doña Teresa nos regaló dos cuadros que hoy nos acompañan en nuestras casas y en nuestros corazones.

Ha llegado a mi vida Fabiola González una gran folclorista y cuequera más conocida como La Chinganera que al contarle la historia me regaló estas décimas:

Para tenerte a mi lado
Nada más yo necesito
El cielo de tus escritos
La tierra de lo soñado
Tus ojos iluminados
Y tu risa desbordante
Colmó mi amor delirante
Y hay una voz que asegura:
Siempre serás su ternura
Y él siempre será tu amante.

Dos cuadros que dibujaron
La luna de los amantes
Que aunque parezcan distantes
En una unión comulgaron
Y bajo la luna juraron
Desnudos y frente al mar
Que no habrá tiempo y lugar
Que destrozar pueda el lazo
Siempre estarán en los brazos
Desde este, su eterno amar.